miércoles, 13 de enero de 2010

la juventud y la educación

Estamos asistiendo a un notable cambio generacional que nos obliga a replenteranos una nueva mirada sobre el pacto educativo.
Pacto educativo, que involucra a docentes, padres y a todos los agentes sociales comprometidos con el pasado-presente-futuro.
Pasado-presente-futuro, que impulsa nuestras proyecciones y prospectivas, hacia un posicionamiento sobre un tema que nos debería envuelver y preocupar a todos por igual.
Nos debería envuelver y preocupar a todos por igual, porque cada uno de nosotros desde nuestro humilde puesto de trabajo, podemos rastear no sin asombro, este nuevo contexto social, en el cual la educación parece perder su centralidad.
Centralidad, que refleja y espeja una sociedad que permite desdibujar y desplifarrar alegremente su capacidad de recambio generacional.
Desdibujamiento y despilfarro, que se verifica en este magma fluyente de jóvenes que han perdido y desnaturalizado su horizonte vital.
Horizonte vital, que los acerca y nos acerca hacia un futuro preocupante.
Futuro preocupante, que solo el esfuerzo mancomunado de la sociedad y de sus gobernantes, puede o debería poder encaminar hacia un autentico y real cambio.